Amphiprion Ocellaris

Conocido como pez payaso o falso pez payaso percula. Llega a alcanzar una longitud máxima de 9 centímetros. Es un pez que se adapta bien al acuario de arrecife y tiene una compatibilidad excelente con otras especies. Se puede aclimatar en solitario o en pareja. Mantiene una relación de simbiosis con varios tipos de anémona como la heteractis magnifica.

Sin ludar a dudas es una de las especies más demandadas para el acuario de arrecife por la gran cantidad de ventajas que presenta frente a otros peces: resistente, de un bonito colorido, no es agresivo salvo con su propia especie o frente a otros payasos o por motivos territoriales con su anémona, y en simbiosis con una anénoma se convierte en un hermoso espectáculo en cualquier acuario, a lo que hay que sumar su tamaño por lo que no hace falta un tanque con un volumen enorme para su mantenimiento.

No te pierdas nuestro artículo con información sobre su alimentación, compatibilidad y mantenimiento en acuarios.

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Peces Payaso Ocellaris

Introducción

De todas las especies comerciales para el acuario marino hay una que, sin lugar a dudas, destaca por su fama popular: el pez payaso, y en concreto, la especie amphiprion ocellaris, al que suele llamarse el falso pez payaso percula. Entre los diferentes motivos que han llevado a este pez a ser uno de los más vendidos en marino podríamos destacar su facilidad de mantenimiento, dentro de las dificultades que presentan las especies para agua salada esta cuenta con un buen número de adeptos entre los aficionados noveles por su fácil adaptación al acuario de casa. A lo que se suma su estética, su fantástico colorido naranja con las tres franjas blancas características delimitadas por finos bordes negros que lo convierten en un bello espectáculo de observar, y sin olvidar ese atractivo especial de mantenerlo en una relación de simbiosis con una anémona. Pero uno de los hechos que ha terminado de llevar a la fama a nivel popular a este especie ha sido la película Buscando a Nemo protagonizada por un pez payaso amphiprion ocellaris  y que resultaría premiada con un Óscar a la mejor película de animación. La popularidad del pez payaso ocellaris se multiplicó a raíz de la película.

Clasificación y hábitat

Pertenece a la familia de peces pomacentridae que engloba las llamadas damiselas y payasos. A su vez está divida en 4 subfamilias chrominae (castañuelas), lepidozyginae (sargento mayor), pomacentrinae (damiselas) y amphiprioninae (payasos o peces anémona). La subfamilia de los payasos encierra dos géneros: premnas y amphiprion. El género de los amphiprion clasifica aproximadamente 30 especies de payasos diferentes entre los que aparece el amphiprion ocellaris, al que popularmente se le puede hacer referencia única por pez payaso por ser el representante más conocido, o de forma más técnica sin utilizar el nombre científico se denomina el falso pez payaso percula. Esta última designación es debida a su parecido extremo con el amphiprion percula descubierto en 1802, mientras que a. ocellaris se cataloga por primera vez algo más tarde en 1830.

Podemos encontrar esta especie de payaso a lo largo de diferentes arrecifes de coral ubicados en el noroeste de Australia y el sudeste de Asia. Habitan en profundidades de hasta un máximo de 15 metros, dejándose ver siempre en las anémonas o sus cercanías.

Coloración

El color fundamental del a. ocellaris es el naranja atravesado por tres franjas blancas verticales: una detrás del ojo, otra a medio cuerpo, y la tercera delimitando el inicio de la aleta caudal. Este blanco está bordeado por una fina línea de color negro que termina de resaltar el fabuloso colorido del que presume esta especie de payaso. Algunos ejemplares pueden alcanzar un color principal que en lugar de naranja sea más oscuro, marrón o rojizo. La aleta caudal tiene forma redondeada. Su parecido con el amphiprion percula lleva a confundirlos en muchas ocasiones. Una distinción para diferenciarlos la encontramos en las 11 espinas dorsales frente a las 10 del a. percula. El tamaño máximo que puede alcanzar está en 11 cm. para las hembras, aunque en cautividad se suele acotar a 9 cm. La especie tiene un dimorfismo sexual muy marcado por el tamaño y los machos se quedarán alrededor de los 6-7 cm. de longitud.

Alimentación

Estamos ante un pez omnívoro que se alimenta tanto de comida de origen animal como vegetal. En la naturaleza sus principales fuentes de alimentación son las algas, zooplankton y copépodos. También pueden comer parásitos con presencia en la anémona hospedadora. En el acuario se acostumbrarán a cualquier tipo de alimentación comercial, desde congelados de origen animal hasta preparados para herbívoros.

Compatibilidad y sociabilización

Destaca como una especie muy sociable que compartirá el acuario con otros peces, invertebrados o corales sin causar el más mínimo inconveniente. En condiciones normales no molestan a otros peces, no perturbarán a invertebrados, ni dañarán los corales o cualquier otra forma de vida que forme parte el ecosistema del acuario. Pero hay que destacar que la especie presenta unas características territoriales muy marcadas especialmente en lo que se refiere a su anémona hospedante o a la figura de otros peces payasos que no forman parte de los grupos de los a. ocellaris. En estos casos observaremos síntomas de agresividad, que se ve claramente acentuada en períodos de desove, donde la hembra defenderá el territorio y el macho hostigará a otros peces si fuese necesario.

Simbiosis con anémonas

El amphiprion ocellaris es un mal nadador. Las posibilidades de supervivencia en la naturaleza de la especie se consideran muy limitadas si no fuese por su simbiosis mutua con las anemonas. Al igual que todas las especies de la subfamilia amphiprioninae viven una relación de mutualismo con variedad de anémonas. Tanto el pez como el hexacoral pueden vivir independientemente sin la presencia del otro pero ambos se benefician claramente de la relación simbiótica que establecen. La picadura de la anémona es urticante, potencialmente muy peligrosa para posibles depredadores del pez payaso, que la utilizará de escudo. Una imagen típica que se contempla en acuarios sucede cuando un pez arremete contra el payaso, que rápidamente va a refugiarse en su anémona, disuadiendo al agresor de nuevas embestidas. En ausencia de la anémona los depredadores lo tendrían muy fácil contra un nadador lento, que en su presencia se siente seguro y de la que no se alejará a grandes distancias. Actuar de escudo es el beneficio que proporciona la anémona y que resulta especialmente importante como nido, para el desove y el desarrollo de los alevines. Los beneficios que recibe la anémona se considera que son variados como: una mayor oxigenación, limpieza de parásitos que se comen los peces payaso, mejor alimentación debido a restos de comida, posibilidades de desarrollos que permiten aprovechar mejor la luz del sol, e incluso protección ante algunos peces que no atacarán la anémona en presencia de los amphiprioninae.

En lo relativo a la relación simbiótica mutua cabe formularse la pregunta: ¿Qué hace a los payasos inmunes a la picadura de la anémona? La picadura del hexacoral inyecta una toxina que puede incluso llegar a causar la muerte a algunos peces. Representa su arma de defensa para cualquier ataque por lo que la mayoría de especies desistirían rápidamente de un ataque a una anémona. Los peces payasos poseen un mucus que segrega su piel, que no lo hace inmune pero que contribuye a una adaptación. El mucus provoca que la toxina sólo resulte efectiva en una cantidad muy pequeña, y a medida que el pez se va haciendo adulto el cuerpo se va acostumbrando hasta volverse completamente inmune. En el acuario los amphiprioninae requerirán pasar por este período de adaptación a la anémona.

Las especies de anémona con las que comúnmente se encuentra asociado el a. ocellaris en la naturaleza son: heteractis magnifica , stichodactyla gigantea y stichodactyla mertensii. Aunque no resulte tan frecuente, una mención especial merece la entacmaea quadricolor, la relación simbiótica concede a la anémona la posibilidad de desarrollar bulbos en sus extremidades que aprovechan mejor la luz del sol, hecho que no se ha detectado en la e. quadricolor sin la presencia de amphiprioninae.

Otra característica interesante de los a. ocellaris en lo relativo a la relación de mutualismo pasa por su capacidad adaptativa ya que pueden llegar a hospedarse en corales que no son anémonas como sarcophyton o catalaphyllia jardinei.

Reproducción

La reproducción de los peces payaso está dominada por un hermafroditismo protándrico. Todos los ejemplares nacen con órganos sexuales masculinos y femeninos, crecen como machos, y cuando alcanzan la madurez, en ausencia de una hembra, el más grande y dominante sufre una transformación que lo convierte a este sexo. Los cardúmenes de a. ocellaris se encuentran en anémonas con una hembra, que será el ejemplar de mayor tamaño, un macho reproductor que será el siguiente en tamaño y agresividad, y el resto de peces serán machos en diferentes estados de madurez. Practican la monogamia. El macho es el encargado de preparar el nido en el que se produce el desove, y posteriormente se ocupa de aportar los cuidados necesarios, la participación de la hembra después del desove se reduce y es típico observarla en trabajos de territorialidad impidiendo que se acerquen otros peces. Cuando los huevos eclosionan se convierten en larvas y pasan a formar parte de la vida en la anémona, presentando grandes porcentajes de mortalidad por carecer de características de defensa propia.

Jerarquía en el cardumen

Uno de los puntos más llamativos en los grupos del falso pez payaso lo encontramos en la jerarquía estructural perfectamente definida, y que típicamente resulta proporcional al tamaño del pez. El papel del a. ocellaris en su grupo llega a ser tan importante como su tamaño. En lo más alto del escalafón hallamos a la hembra, el ejemplar más grande del grupo que puede llegar a alcanzar los 11 cm. de longitud, a la que sigue su pareja, el macho más grande en tamaño y agresividad cuya medida estará entre los 7 y los 8 cm. El resto de peces del cardumen permanecerán en segundo plano pero siguiendo la misma estrategia jerárquica, el siguiente en tamaño se corresponderá frecuentemente con el tercero al mando, el primer sucesor de la pareja, y así sucesivamente. Esta estructura hace que, en la naturaleza, el número de peces que llegan a formar una pareja sean - en porcentaje - muy pocos, debido a que los más pequeños sufrirán más que el resto para irse desarrollando al permanecer marcados por la territorialidad de los más grandes que no dudarán en agredirlos, y al mismo tiempo su alimentación también será dependiente de esta subordinación. Para entender el cargo jerárquico de los a. ocellaris se utiliza el ejemplo de la hembra que muere o que quitamos del acuario, la interesante naturaleza de estos peces lleva a que el macho que forma pareja con la hembra sufra la metamorfosis que lo hará cambiar de sexo, y el siguiente macho que ocupaba la tercera posición del grupo pasa ahora a formar la pareja en su papel de macho. La muerte de uno de los ejemplares del cardumen conlleva para todos los que estaban por detrás en la jerarquía la subida de un puesto en el rango. Este control lineal de todos los peces subordinados en el que demuestran una agresiva territorialidad contrasta con el hecho de ser peces muy sociables y nada agresivos con otras especies.

Conservación

Actualmente el a. ocellaris no está clasificado como una especie en ningún tipo de peligro de conservación. Sin embargo, los arrecifes de coral se enfrentan a muchos problemas en el futuro para su subsistencia como pueden ser el calentamiento global del planeta, la explotación de recursos y la sedimentación, y eso conlleva que el espacio natural para esta especie de pez payaso se vea comprometido previendo un futuro en el que las poblaciones de peces disminuyan en muchos lugares, al igual que lo ha provocado su captura por ser una especie comercial. La cría en cautividad del a. ocellaris resulta viable para la mayoría de los aficionados y fácil para expertos, lo que hace que el comercio de estos peces no esté amenazado. Hoy en día cualquier adquisición que se hace de uno de estos peces ha sido criado en cautividad lo que aporta muchos beneficios: la adaptación a la vida en el acuario viene garantizada, y están libres de parásitos que pueden traer los ejemplares salvajes.

Mantenimiento en acuario

El mantenimiento del a. ocellaris en el acuario resultará una tarea fácil en comparación con otras especies más complicadas pero conociendo su comportamiento hay que aportarles las condiciones necesarias para su correcto desarrollo y convivencia. Si bien es cierto que un único ejemplar puede adaptarse a la vida en el acuario sin anémona, será recomendable y atractivo introducir una pareja, a ser posible con una anémona, o algún coral que adopten como tal. Aunque no es un pez grande el acuario debería de superar los 100 litros de capacidad y seguir subiendo su volumen si se van a alojar varios ejemplares. No se recomienda introducir tres peces payaso al mismo tiempo, ya que dos formarán la pareja y atacarán al tercero. Para la convivencia de grupos de varios individuos se aconseja la introducción simultánea en el acuario desde edades juveniles.

Fuente de información: Museo de Zoología de la Universidad de Michigan.

Reseñas

grado 
07/11/2018

peces payasos

Son peces muy bonitos

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    Sin ludar a dudas es una de las especies más demandadas para el acuario de arrecife por la gran cantidad de ventajas que presenta frente a otros peces: resistente, de un bonito colorido, no es agresivo salvo con su propia especie o frente a otros payasos o por motivos territoriales con su anémona, y en simbiosis con una anénoma se convierte en un hermoso espectáculo en cualquier acuario, a lo que hay que sumar su tamaño por lo que no hace falta un tanque con un volumen enorme para su mantenimiento.

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